En la Fundación Ellen Riegner de Casas implementamos un modelo de gestión integral con tres estrategias clave y catorce programas operativos, diseñados para reducir el impacto económico del cáncer, evitar el abandono del tratamiento y mejorar el bienestar de pacientes, sobrevivientes, familias y cuidadores.
Apoyamos a pacientes, sobrevivientes, familias y cuidadores, en todas las etapas del proceso: prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, cuidado paliativo, seguimiento y supervivencia. También fortalecemos a las instituciones oncológicas para promover una atención más humana y segura.
Nuestros programas cubren gastos no financiados por el sistema de salud —como transporte, alojamiento, medicamentos y alimentación— para aliviar la ansiedad, angustia y pérdida de calidad de vida que genera la carga económica del cáncer.
A través de este modelo, trabajamos para prevenir el abandono terapéutico, disminuir la toxicidad financiera del cáncer, optimizar el uso de recursos y generar ahorros sostenibles. Todo esto con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos, sus familias y cuidadores.
Nuestras intervenciones se desarrollan bajo un enfoque focalizado, con criterios de medición y evaluación que garantizan su efectividad y sostenibilidad. Además, nuestro modelo está integrado en los sistemas de gestión de calidad de los centros oncológicos donde tenemos presencia, fortaleciendo una atención integral, humana y centrada en el paciente.